manocruel ©

26.2.09

anoche soñé con un amigo y su madre octogenaria.
por fortuna (y contrariamente a lo que suele ocurrir en mis sueños) no se registraron escenas de sexo.

30.1.09

pare de sufrir

y él dijo:
-yo soy el camino, la verdad y la vida.
-ok. ¿y la modestia?
-bien, gracias.

20.1.09

ya se te va a pasar










3 de la tarde,
verano en buenos aires,
30 grados, mínimo.
bajo del auto a fumar.
joven cartonero tirando de un carro,
varias cuadras en subida.
joven flaco,
muy flaco,
hueso y casi piel.
cinco o seis dientes, máximo.
bronceado y sucio,
mucho tatuaje ex presidiario,
un sobreviviente.
para junto a mí.
me pide un cigarrillo.
le doy.
tá duro! (la existencia), comenta,
muestra tres dientes en señal de sonrisa.
sí, digo,
pero hay que seguir tirando, agrego.
joven agradece,
quema millones de calorías que no tiene
para volver a mover el carro.
lo veo irse.
vuelvo a mi auto,
apago el aire acondicionado,
y mientras todos me preguntan si estoy chiflado,
pienso,
pienso,
pienso,
pienso,
en cómo hacer para no sentirme un imbécil.

5.1.09

música de espera VIII

15.11.08

música de espera VII

27.10.08

música de espera VI

6.10.08

de la crónica diaria

pidió por testamento que sus cenizas fueran arrojadas al mar.
pero en vida había sido tan hija de puta que decidieron arrojarlas a la basura.

5.10.08

música de espera V

19.9.08

música de espera IV

12.9.08

música de espera III

11.9.08

música de espera II

9.9.08

música de espera I

7.7.08

justo, justo

mi actual contexto es ciertamente incompatible con aquel que me hacía escribir (¿bien?).

por otro lado siempre desconfié de los talleres literarios, así que me encontraba en un callejón sin salida.
siendo que se trata de
Luc le voy a hacer el favor de participar desinteresadamente, es decir sin cobrarle, y concurriré solamente para que haya alguna figura famosa que le de prestigio a su emprendimiento.

eso sí, mis múltiples compromisos me impiden concurrir personalmente (como a frank sinatra en la canción con bono, que se la cantó por teléfono, porque estaba ocupadísimo separando la ropa blanca de la de color).

de modo que la mía será la opción on-line.

mis honorarios, Luc... despué vemos.

7.6.08

Acababa de dormir una siesta envidiable. La elección del escondite no pudo ser más acertada y la sombra de los cartelotes de marlboro le otorgó la indispensable cuota de frescura a su descanso diario. Era la hora de la merienda y, por no demorarse vigilando lo que pudiera venir de los flancos, desbordante de vitalidad (alimentado comúnmente a la manera en que todo insecto aspiraría a hacerlo), abandonó su madriguera oscura y se lanzó como un bólido, alocado, atravesando la vereda. Repentinamente deslumbrado por la furia del sol estival, se detuvo a medio camino a examinar el horizonte nuevo y luminoso que lo saludaba a cachetazos. Tras el instante obligado de ceguera, se reveló ante sus sentidos (como un pollo dorándose al spiedo a la hora de la cena, con su encantador movimiento circular y su embriagador perfume) un suculento cúmulo de desperdicios urbanos cociéndose lentamente al calor del pavimento. Sin pensarlo una sola vez, con el frenético concierto de tripas segándole la razón, reemprendió su carrera kamikaze en procura del indispensable abastecimiento.

Sólo por azar caminábamos por ahí y a esa hora es raleado el tránsito de peatones. Nos vio, evidentemente, a pesar del arrebato que lo impulsaba, y es seguro que haya adivinado, en nuestro andar despreocupado, a su enemigo primigenio, a su más ancestral antagonía. Viró noventa grados y enfiló desafiante hacia nosotras. Profundamente asqueadas -y con un par de pisotones- pusimos fin a su pueril omnipotencia posmoderna. Y seguimos camino. Ahí quedó su cadáver despanzurrado. Sus extremidades graciosamente dislocadas. Sus tripas grisáceas friéndose junto a la basura semidescompuesta. ¡Que aprendan estos bicharracos a quién pertenece este mundo y vean de lo que somos capaces las cucarachas!


--
si vuelven soda stereo y los cadillacs, también puedo volver yo.

4.5.08

¿de dónde te saqué yo a vos?

de chiquito cazaba mariposas, saltamontes, lombrices y hormigas.
todos ellos obraban de conejitos de indias en mis tempranos y sádicos experimentos.
así es que en mis estudios acerca del universo que me rodeaba pude observar:

que por una cuestión aparentemente poblacional, 20 mariposas no resisten más de 10 minutos dentro de una botella.

que para que un saltamontes sea incluido en la dieta de una colonia de hormigas coloradas, debe carecer, al menos, de sus dos patas traseras.

que a una lombriz le vendrían bien un par de patas para no integrar tan fácilmente la dieta de una colonia de hormigas coloradas.

que las hormigas coloradas son chiquitas y pueden atacarte masivamente si pisaste un hormiguero.

que las hormigas negras son más fáciles de atrapar que las hormigas coloradas y que son bastante resistentes a la luz del sol, previamente concentrada y aumentada con una lupa.

que, por último, hay otra clase de hormigas que son negras pero con culo verde, y que te ven cuando te acercás y rajan. posta.

6.4.08

ojalá revientes
la realidad, que trafica y se alimenta de información, que se actualiza a cada milisegundo, nos exige (como para ser sino protagonistas, al menos, co-protagonistas de ella) la adquisición de saberes que nacen, crecen y se transforman de modo vertiginoso.
¿no será entonces que ser moderno no es otra cosa que ser capaz de mutar y adaptarse a idéntica o mayor velocidad?
¿valdrá la pena semejante esfuerzo o será más productivo tirarse a dormir la siesta?
--
pd. ¿las cucarachas son re-modernas?

2.1.08

algunas veces escribí sobre la muerte.
ayer, por primera vez, aunque no estoy enfermo, siquiera resfriado, por alguna razón sentí la posibilidad real.
estaba momentáneamente sólo y pensé cómo sería si me tocara morir en ese instante.
me dio un poco de miedo y mucha pena.

26.12.07

casi todo lo que duele se puede contar como una historia de crueldades, como un circo romano dado vuelta, como una calesita de caballos de papel.
casi todo lo que te hace feliz se puede relatar como un recuento de enanos y príncipes azules, como un patio de baldosas negras y blancas y una pelota de trapo golpeando los cristales.
casi todo lo triste en como un barco fantasma navegando en la arena seca.
casi todo lo bueno es frágil y liviano como el correr de un arroyo cristalino subiendo una cuesta imposible.